sábado, 17 de abril de 2010

Neruda

Yo te amo
para comenzar a amarte,
para recomenzar lo infinito y lo eterno,
y para no dejar
de amarte nunca.
No estés lejos de mí,
ni un solo día,
y te estaré siempre esperando.
No te vayas ni por un minuto,
ni por un solo segundo,
bienamada,
porque en ese segundo
te habrás ido tan lejos,
que yo cruzare toda la tierra,
preguntando,
si volverás
o me dejaras muriendo.